jueves, 15 de abril de 2010
Despues del Dolor
La felicidad muchas veces esta ligada a la adversidad. Generalmente la época de prueba constituye el mejor estímulo y la mejor disciplina del carácter. Suscita con frecuencia ciertas fuerzas de actividad, actitud que, si no fuera por las circunstancias dolorosas, permanecerían dormidas. Se han realizado estudios científicos sobre el crecimiento postraumático y se llegado a la conclusión de que lo que no te mata te hace más fuerte. El psicólogo Rich Tedeschi de la Universidad de Carolina del Norte, EE. UU, estudió a personas que sufrieron enfermedades graves, fueron víctimas de violencia, estuvieron en la guerra y advirtió que inmediatamente después de la experiencia traumática estas personas mostraron síntomas de ansiedad, insomnio e irritabilidad, en síntesis, se sintieron muy mal, pero a medida que transcurrió el tiempo, las personas no solo se recuperaron sino que se hicieron más fuertes. Y muchos dijeron que la experiencia traumática con la cual tuvieron que lidiar los ayudó a ser mucho más felices. Otro psicólogo de la Universidad de Georgia, EE. UU, W. Keith Campbell, denomina Ego SOC a este fenómeno del crecimiento postraumático. Este investigador dice que luego de una experiencia traumática, los mecanismos normales de protección psicológica se bloquean: el tiempo se detiene, nuestra percepción de la realidad cambia, los colores parecen mucho más vivos y los objetos cotidianos adquieren una súbita belleza. Podemos decir que la adversidad la creado a los genios de la humanidad. El ser humano, luego de una experiencia de dolor, puede bajar los brazos por un tiempo, pero cuando se recupera renueva sus esfuerzos hasta alcanzar el triunfo. Parece que el genio, en ciertas circunstancias semejante al hierro derrotado por el pedernal, necesitara el golpe violento y agudo de la adversidad para hacer brotar la chispa divina.
La luz al final del tunel....
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