Este es un espacio que trata DE TODO Y DE NADA .Creo que no faltarán temas. En este blog pretendo hablar de las cosas diarias y comunes, de las cosas que nos suceden a todos, de nuestras propias experiencias y de las de los demás.Espero que sea divertido y reflexivo, pero sobre todo real. Sería estupendo que participen...

sábado, 10 de julio de 2010

MUJERES ANCLADAS

Qué curioso resulta pensar, que cuando se trata de hablar o recordar el pasado, las mujeres lo sentimos como un imán que nos atrae poderosamente, que nos atrapa, y que nos seduce con tantos recuerdos, aunque éstos, no sean a veces demasiado gratos.

Pero eso precisamente es lo que nos parece más interesante, que demos vueltas en círculo vicioso a los recuerdos, que demos rienda suelta a la imaginación girando libre por todas las paredes de la mente y del alma.

a veces hasta aparece de pronto en el escenario, la necia fantasía para intervenir, inventando imagenes, sueños y quimeras de todo lo que pudo haber sido y no fue. ¡Nos volvemos musas expertas en el arte del recuerdo!

De ahí que las mujeres somos unas románticas empedernidas y unas soñadoras incorregibles. Cuánto nos gusta y cómo nos agrada disfrutar de nuestro mundo a parte, aunque sepamos que es bueno tener imaginación, pero nunca someter nuestros excesos a ella.

El pasado doloroso de la mujer, crea una área en su mente, una especie de “salón especial” llamado: “inconsciente” para alojar allí, a todas las añejas (por no decir viejas), heridas sentimentales, todas las sátiras palabras hirientes que en antaño le dijeron, las agresiones recibidas, las conductas deshonestas de quienes más amó, las miserias humanas, los maltratos, las humillaciones, las traiciones, y las muchas ocasiones en que tuvo que lamer sus heridas y abrazar su corazón a sus propios mecanismos de defensa, llevándolos hasta el fondo del alma para protegerse del dolor.

Hasta allá se fueron acumulando los recuerdos que en alguna o varias ocasiones se evadieron por alguna razón, y que en su momento no se enfrentaron, ni se vivieron, ni se asimilaron tal como debía ser. La conducta de la mujer, es como la de aquella niña que recibe castigos severos en su etapa infantil y corre a esconderse de sus maltratadores para no ser más golpeada. Lo mismo sucede en la vida adulta, el mismo complejo mecanismo de defensa se va repitiendo, son patrones conductuales bastante aprendidos por la mente y también por la razón atormentada.

Pero lo más curioso de todo esto, es que nadie sabe, nadie se imagina siquiera que en ese rincón del inconsciente, es donde también se van construyendo y reconstruyendo a sí mismos los grandes problemas emocionales, los grandes traumas, los grandes dolores que entre más profundos los guardemos, más difíciles nos serán de sacar.




¿Quién no sufre, o no ha sufrido alguna vez por el pasado?

¡Creo que todas las mujeres hemos sufrido por culpa del pasado!, y lo que es peor, algunas mujeres se han quedado en el pasado, y no quieren volver al presente, haciendo obvio que el futuro lo tienen bastante incierto.

Esas mujeres viven abrazadas a la ilusión, aferradas a la esperanza que se niega a renunciar a lo que es irrenunciable, -Dicen-, y viven adorando al ídolo del ayer, les encanta sacar la cajita de las fotografías, las cartas, los recuerdos y vuelven a re-vivir las cosas que ya se quedaron atrás, las abrazan y las atesoran como si fueran reliquias ancestrales.

En ese estado lamentable, no es difícil imaginar, cuántas lágrimas se escaparán por el rostro de una mujer que sigue aferrada y enamorada de su pasado, que no quiere soltar su pasado, que no desea dejarlo ir, que prefiere soñar, idealizar, reconstruir escenas pasadas y volverlas a disfrutar, aunque termine ajustándose a su realidad aplastante y con las manos temblando de impotencia, tristeza y dolor, tenga que volver a guardar la cajita de sus recuerdos que son sus tesoros con un valor sentimental inigualable y que no está dispuesta a cambiarlos por nada ni por nadie del mundo.

Pero el pasado amigas queridas, es pasado, está muerto y enterrado, no tiene regreso posible.

Ubiquémonos por favor en el aquí y ahora; y sensatamente tomemos con nuestras manos, la realidad de nuestras vidas tal como es, sin mezclar sentimientos o sentimentalismos del pasado y demos gracias a Dios por lo que aquí y ahora tenemos y por lo que no tenemos también, pues sólo el contento en lo poco, es capaz de abrir las puertas de lo mucho y que después de todo la vida es, lo que nosotras queremos hacer de ella y punto.

¿Cuántas cosas del pasado guardas en tu cofrecito del corazón, mujer?

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